lunes, 21 de julio de 2008

Insomnio

Las 4 de la mañana y aquí sigo escuchando a Crema,
y recordándote mas de lo que debiera hacerlo, nena.
De nada y de todo me río, aunque esté lleno de vacío,
reconozco no saber ya ni quien soy yo
ni cual es mi sitio,
pero me alegra no haber perdido mi alma de crío.
Como Lechowski, desde la ultima ventana con luz de todo el bloque,
sigo aquí y no tengo ni la mas mínima idea del porqué.
Una lengua larga y una vergüenza corta fueron tu guadaña,
tu legado: un reguero de imperios de ruinas y tu carita niña.
Ahora, déjame entrar a pasear dentro de uno de tus pequeños sueños
que esto es como un oasis en el desierto;
ya no se si todo es mentira o hay algo de cierto.

Vivo en tu imaginación, como el prota de un cuento.

El Gato de Schrödinger

El Gato de Schrödinger viene a incidir en una particularidad de la mecánica cuántica, a grandes rasgos es algo así como que mientras no seamos vistos podemos estar en diferentes estados, y el simple hecho de ser vistos es el que nos lo determina.
¿Y para que hablo yo de esto? Pues a modo de preámbulo para introducir al siguiente elemento: Alejandro Sanz. En principio no parece que tengan relación, pero resulta que el tío no solo no sabe cantar otra cosa que ñoñerías e irse a vivir a Nueva York (creo) para evadir impuestos, resulta que nos ha confesado que él ES el gato de Schrödinger. Nos lo comunicó al mundo en una de sus canciones y aquí dejo el cacho en el que se confiesa.



Tenía un trocito en el que lo cantaba mas lento y que duraba 7 segundos, pero he puesto este mas corto, y aun así me parece demasiado largo el oír al personaje este.

En fin, es un post chorra, si, pero se me ocurrió y lo pongo también para, de aquí a un tiempo, recordar las gilipolleces que se me pasan por la cabeza.