lunes, 21 de julio de 2008

Insomnio

Las 4 de la mañana y aquí sigo escuchando a Crema,
y recordándote mas de lo que debiera hacerlo, nena.
De nada y de todo me río, aunque esté lleno de vacío,
reconozco no saber ya ni quien soy yo
ni cual es mi sitio,
pero me alegra no haber perdido mi alma de crío.
Como Lechowski, desde la ultima ventana con luz de todo el bloque,
sigo aquí y no tengo ni la mas mínima idea del porqué.
Una lengua larga y una vergüenza corta fueron tu guadaña,
tu legado: un reguero de imperios de ruinas y tu carita niña.
Ahora, déjame entrar a pasear dentro de uno de tus pequeños sueños
que esto es como un oasis en el desierto;
ya no se si todo es mentira o hay algo de cierto.

Vivo en tu imaginación, como el prota de un cuento.

No hay comentarios: